martes, 23 de octubre de 2007

¿Cómo combinar vida laboral y vida personal?

Josep Maria Lloreda

Presidente de KH Lloreda

Miembro del Forum Millora Continua

Realmente estamos hablando de un tema bastante complicado, no porque sea difícil de solucionar sino más bien porque todo este tipo de conciliaciones, siempre y en todos los casos, suponen un coste directo para la empresa. Además, es muy difícil de evaluar los retornos.

Uno de los retornos es la motivación de tu equipo para por poder disfrutar de las acciones que se han hecho en la organización. Si alguno de ustedes sabe poner la motivación en una escala de valor económico, posiblemente encontraríamos la solución. Pero como eso es muy difícil y para las empresas el único valor que cuenta es la economía y el dinero, en la cuenta de inversión no nos entran 200 gramos de motivación.

En nuestro caso sí hemos hecho acciones de este tipo, por ejemplo, una guardería. Si hablamos de los padres y madres que han tenido hijos, el hecho de venir a trabajar con sus hijos, compartir el viaje, el espacio, etc., sin duda tienen una motivación muy alta. Además, el índice de bajas por incidencias de los hijos es más bajo; por tanto, a pesar de que no lo podemos poner en la cuenta de explotación, los gramos o volumen de motivación son muy importantes.

Otro tema de más difícil valoración, pero no menos importante, es el hecho de poder adaptar ligeramente los horarios para poder tener el tiempo suficiente para dejar a los niños en el colegio, por ejemplo.

Ahora bien, hay empresas que como elementos motivadores consideran que es muy importante poner un gimnasio, un espacio de relax, una pista de paddle, etc., dentro de la empresa; en este caso creo que es más difícil valorar el retorno, aunque para hacerlo se debe tener en cuenta el perfil medio de las personas que trabajan en la organización: gente joven, gente de media edad, mayoría de mujeres o de hombres…

Por tanto, es una decisión de la empresa organizar lo que sea más adecuado, a no ser que “salga por decreto ley y va a ser lo que Dios quiera”.

Clàudia Gardella

Asesora de planes de marketing de Més Comunicació

Miembro del Forum Millora Continua

Es muy distinto hablar sobre este tema, si trabajas por tu cuenta (caso A) o si en cambio, eres empleado/a de una empresa.(caso B)

A) En el primer caso, es más fácil jugar a la conciliación, ya que flexibilizas el trabajo, pero tienes, como siempre, otros tipos de compromisos laborales. Aquí, es muy importante la organización, la efectividad y el alto rendimiento de tu trabajo, ya que cuando acabas con el trabajo laboral, empieza otro trabajo doméstico, o efectivo, o familiar, no menos costoso.

  • Organización: es  indispensable utilizar la agenda. Si empiezas el día, sabiendo lo que te espera, tienes 1 hora ganada. También es importante utilizar la última ½ hora a pensar y organizar el día siguiente. Puedes ganar otros 40 minutos.
  • Planificación: es muy importante el objetivo que te mueve cuando realizas tareas
    profesionales: dinero, reto, satisfacción, crecimiento, equipo de personas, el corto plazo, el medio o el largo etc. ya que en cada caso, tus prioridades, también serán distintas.
  • Capacidad de elección: Se pasan distintas etapas laborales y personales y en cada una de ellas, puedes tener prioridades distintas, hay que tenerlas claras y actuar en consecuencia..
  • Equilibrio: se trata de intentar conciliar tu vida con tu trabajo, sin estresarte en el intento y a veces esto supone un equilibro físico y mental importante y una capacidad resolutiva aún mayor.
  • Tiempo: el día tiene 24 horas y el año, 365 días, y esto es lo que hay, pero aún tienes que encontrar dentro de este tiempo, algunos minutos cada día para ti. Sin reuniones, teléfonos, clientes, niños, cocina, compra, maridos, mujeres…Este precioso tiempo, de lectura, paseo, cine, gimnasio.. es el que te dará fuerza para seguir conciliando tus muchas vidas.

B) Cuando formas parte de una empresa y eres empleado/a, la flexibilidad te la da tu empresa, si es que hay opción de escoger. Es más difícil, si hay un horario cerrado, aunque por otra parte, tener un horario también implica terminar la jornada y esto es bueno. Cuando no se da esta flexibilidad, se presentan problemas de:

  • Alta rotación de personal. Es fácil encontrar distintas personas que no superan los 2 años de trabajo en la misma empresa debido a la no conciliación laboral  y familiar.
  • Insatisfacción laboral. Es más habitual encontrar plantillas desmotivadas, no implicadas en el desarrollo diario y más pendiente del reloj.
  • Disminución del rendimiento. Es lógico que personas desmotivadas bajen la productividad de la empresa, por lo tanto el resultado a fin de año.

Parece que facilitar la conciliación entre vida personal y laboral, supone un coste añadido que a la empresa le cuesta asumir, pero es una gran apuesta a corto, medio y largo plazo.
Conciliar no supone trabajar menos sino de forma distinta y hay formas: horarios flexibles, jornadas comprimidas, escuelas infantiles, apoyos domésticos etc.

Los trabajadores que logran alcanzar este equilibrio están más satisfechos y más dispuestos a comprometerse con de su empresa, al tiempo que sus niveles de productividad crecen a medida que la empresa se muestra sensible a sus expectativas y necesidades.

 

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