SORPRESA FINANCIERA

fuente: Dinero Express

Definitivamente no fue Víctor Vargas quien se quedó con el Banco de Venezuela. O por lo menos

el Presidente Chávez así no lo quiso. Primero le echaron para atrás la negociación –con permisos y

todo- que, desde hacía meses, el banquero zuliano venía cocinando con el Grupo Santander, y ahora,

en una transmisión de radio y televisión desde el Palacio de Miraflores, el primer mandatario le daba

un "tubazo informativo" a todo el país: una institución financiera de esa magnitud hace mucha falta y

sólo podía ser comprada por el Estado para "recuperarla y ponerla al servicio de todos los venezolanos

y de la economía nacional". Pero su discurso fue más allá y retó al grupo español a que pusiera

el precio en una mesa de negociación a la que, de entrada, "no pueden decir que no". Más aún cuando

el Presidente aseguró que los actuales propietarios lo llegaron a presionar porque estaban "desesperados

por vender". En la memoria del 2007, Emilio Botín, Presidente del Santander, reconocía los riesgos

de nacionalización existentes en Venezuela, motivo por el que la casa matríz estaba interesada

en vender la entidad en Venezuela. La noticia ha causado alarma en el campo financiero y empresarial

y algunas fuentes bancarias han comentado que aquí no llegará ningún tipo de inversión, luego de esta

acción. Y es que la información que soltó Chávez ha causado alarma en el país. Especialmente por las

repercusiones que esta nacionalización pudiese traer a la estabilidad del sector financiero y en los

depositantes y clientes del banco. De hecho este jueves en la tarde en algunos restaurantes de

Caracas empresarios daban instrucciones –vía telefónica– para trasladar sus cuentas a otras instituciones.

En la sede central del Venezuela aún no han emitido un comunicado oficial, pero sí se supo de reuniones

extraordinarias no sólo en la presidencia sino en todas las gerencias de este banco que

maneja 12,2% del mercado de créditos, 11,3% en depósitos, una base de 3 millones de clientes bancarios

y 283 oficinas. Hay que recordar que, en diciembre de 1996, Fogade llevó a cabo la subasta del

Banco de Venezuela, acto en el que el Grupo Santander se adjudicó 93,38% del paquete accionario de

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la institución por un monto de 351,5 millones de dólares. En ese momento, el Banco contaba

con un patrimonio de 217 millones de dólares y su privatización fue el resultado de un

conflicto accionario, de casi tres años de duración, en el que el control accionario de la institución

se había repartido entre el Banco Consolidado y los Grupos Financieros Progreso y

Unión. Luego de 15 meses de gestión de esta alianza financiera, el Estado venezolano resolvió,

el 9 de agosto de 1994, estatizar y adquirir la mayoría accionaria del Banco de

Venezuela. Otra fecha importante para la institución fue el 06 de octubre de 2000, cuando

se firmó un acuerdo con los accionistas mayoritarios del Banco Caracas para la adquisición

de esa entidad, por un monto de 340 millones de dólares. El 8 de diciembre de 2000,

finalizada la Oferta Pública de Toma de Control (OPTC), se llevó a cabo el cruce del 93,09%,

de las acciones del Banco Caracas, pasando dicha institución a pertenecer al Banco.

Después, el día 17 de Mayo de 2002, culminó el proceso de integración con el Banco Caracas

y Banco de Venezuela Grupo Santander, reforzando así el liderazgo de esta institución en el

sistema financiero nacional al unir la experiencia acumulada de las dos instituciones financieras

más antiguas del país.